sábado, 21 de septiembre de 2013

Sobre las blancas partituras los relatos se suceden

En el Otoño, algunos árboles se desnudan y otros se visten con su Caperuza Roja; 
el Verano me transforma en Sirenita;
en el Invierno llegan las Blancas Nieves; 
en Primavera se revela en Cisne aquel Patito Feo, 
triste, pequeño.


Y unos tras otros los relatos se hilan...
Se cuentan los cuentos, 

el tiempo les ofrece un lecho, 
les mantiene unidos y avanza inexorable 
acompañado de nuestros anhelos; 


El tiempo mecido por el viento, 

recitado por un sonido, un silencio,  
una pausa o un cambio de ritmo o de compás, 
el tempo y el matiz...




Aquí el tiempo se detuvo

Las notas que en la partitura
vayamos escribiendo 
o leyendo,
con tempo y matiz,

marcan el ritmo,
la velocidad, 
la intensidad

dictan el camino...
nos enseñan el futuro,
y relatan o delatan quizas (?) 
nuestra historia,
nuestro paso por este mundo.


6 comentarios:

  1. Que la música despierte nuestra mente es señal de que nuestra alma está viva...
    Lo has disfrutado y ahora lo compartes, se agradece querida amiga, ojalá hubiera podido yo experimentarlo allí, pero para esto tengo tu blog, que transmite un millón de sensaciones...gracias Pat.

    Cielo, voy a medio gas, jajajaja...se nota no?
    Ya cogeré energías...

    Un beso enorme poeta de mis amores!

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  2. jajaja! Gracias, Remei. Tu eres mi poetisa del alma y te echaba en falta. Si...Mucho mejor(ya nos entendemos...)Gracias de nuevo.

    Besos

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  3. Bien mirado, ¿qué importan las estaciones?

    Cuando el corazón y la mente no están sujetos al engaño del ojo, se pueden ver flores primaverales renacer del polvo invernal.

    Besos.

    P.D. Me encanta cuando te pones filósofa.

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  4. Me ha gustado mucho la relación de cuentos clásicos con las estaciones, realmente nuestra vida es un puro cuento progresivo e interminable cosido y unido por muchos tempos, sintonías, compases, matices...

    un abrazo :)

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