Esta es mi casa
siempre luminosa, casi brillante, demasiado transparente
y limitada por paredes inexistentes
a través de las cuales podéis estar en el exterior
y en su interior...
tan mío, tan esencial,
algo más que decoración
En mi morada blanca
mi inexistente puerta siempre está abierta
Pero en este mi hábitat,
no me dejaré persuadir,
embargar o cautivar el ánimo,
no ofreceré nada que no quiera dar,
no alumbraré preguntas que no nacen para recibir auténticas respuestas
ni satisfaré dudosas necesidades de otros egos
En este 2014, pretendo no desgastarme más
Que cada cual busque la manera de amarse
o de adular por si mismo al adulto inmaduro que lleva dentro.
Este también será mi empeño...
Que mi casa, la que habito y me habita
Seducimos valiéndonos de mentiras
y pretendemos ser amados por nosotros mismos