A veces sueño que debo tirarme desde una gran altura:
un acantilado, un edificio, una montaña, un puente urbano...
Y en la caída temo el impacto:
mar profundo, cemento, piedras, rocas de un barranco
Pero siempre subo a la superficie,
nado
o me incorporo
y sigo andando...
No hay dolor,
el miedo pasó
"Incluso cuando se está condenado al fracaso,
vale la pena poner en práctica todo lo que uno sabe,
para que cuando llegue la derrota inevitable,
uno tenga al menos la satisfacción de saber que hizo cuanto estaba en su mano para evitarlo."