Reunión en el salón de actos del instituto tras una convocatoria urgente.
A escasos días de la selectividad nos llega una noticia de última hora
!Sorpresa!
El examen incluirá literatura vasca...
Así conocí a Gabriel Arestí: Harri eta Herri (Piedra y Pueblo.1964). El título me fascinó.
Así tuve el placer de leer La casa de mi padre.
Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la injusticia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán sin brazos,
sin hombros
y sin pechos
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá en pié.
Gabriel Aresti (1963)
Y doy un salto aún mayor en el tiempo y revivo mi infancia, vestida de hilandera, danzando...