Una trágica canción de cuna, pero Miguel Hernandez y Serrat juntos, son puro sentimiento, una auténtica pasada... En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar cebolla y hambre. Abrazos Pat, y gracias por recordarnos esta maravilla de poemas.
Ese poema me emociona cuando lo leo y cuando oigo a Serrat cantándolo. Mucha gente no sabe que ese poema es para su propio hijo y que lo escribió estando en la cárcel.
Que sensibilidad Pat...y como se agradece... Tengo el vello de punta...mientras escucho y miro tu fotografía. Gracias por este momento...gracias. Abrazos...y sigo escribiendo que no me quiero ir... Serrat, que voz... Me emociona esta entrada...
Este es para mí uno de los poemas más bellos escrito jamás en nuestra lengua. Y me resulta además particularmente emotivo por las circunstancias en las que se escribió. Ver ese retazo aquí, asociado a esa imagen aparentemente tan sencilla y tan hermosa, me ha llenado los sentidos. un abrazo.
Por Dios,este poema me quebranta... escrito en el alma misma de la pobreza. Miguel Hernández... y Serrat que lo supo interpretar, como viviendo (viviendo?) y sufriendo en carne propia.
ABRAZOS MILES, PAT, (Y EMOCIONADOS DESDE EL ALMA)...
Siempre me ha impactado esta poesía...Hay que tener alma de poeta para escribir esta belleza en esas circunstancias.
ResponderEliminarbesos,
Miguel Hernández llega directo al corazón. Me encanta.
ResponderEliminarBesos.
Sí, directo al corazón.
ResponderEliminarSí, alma de poeta.
Un abrazo, Pat.
Una trágica canción de cuna, pero Miguel Hernandez y Serrat juntos, son puro sentimiento, una auténtica pasada...
ResponderEliminarEn la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Abrazos Pat, y gracias por recordarnos esta maravilla de poemas.
Hambre y cebolla,
ResponderEliminartocamos madera
se me hace dura
esta poesía
que recuerda la dureza
de los días que no hace mucho
hacía llorar.
un abrazo, patm.
La cebolla,tan común
ResponderEliminary en qué poema tan grande...
Besos
Si fuese solo la cebolla la que nos hace llorar, por lo menos esas lágrimas afloran, peor son las que no salen y nos ahogan por dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBienvenidas esas lagrimas que nos limpian sentimientos.
ResponderEliminarPreciosa esa nana a la cebolla.
Un beso.
Ese poema me emociona cuando lo leo y cuando oigo a Serrat cantándolo.
ResponderEliminarMucha gente no sabe que ese poema es para su propio hijo y que lo escribió estando en la cárcel.
Besos.
Ves, ya me hiciste llorar...
ResponderEliminarSaludos!
Yo he estado picando esta noche casi 1kg de cebolleta para acompañar unas habitas con jamón...Al ver tu imagen, de nuevo a llorar un poco...Saludos.
ResponderEliminarQue sensibilidad Pat...y como se agradece...
ResponderEliminarTengo el vello de punta...mientras escucho y miro tu fotografía.
Gracias por este momento...gracias.
Abrazos...y sigo escribiendo que no me quiero ir...
Serrat, que voz...
Me emociona esta entrada...
Este es para mí uno de los poemas más bellos escrito jamás en nuestra lengua. Y me resulta además particularmente emotivo por las circunstancias en las que se escribió.
ResponderEliminarVer ese retazo aquí, asociado a esa imagen aparentemente tan sencilla y tan hermosa, me ha llenado los sentidos.
un abrazo.
Miguel Hernández... Siempre Miguel.
ResponderEliminarMe gustaría haber nacido en su época. :)
Pat, gracias por acercarnos este bello poema de Miguel. Padre fue republicano con 19 años, herido en Teruel.
ResponderEliminarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
Por Dios,este poema me quebranta... escrito en el alma misma de la pobreza.
ResponderEliminarMiguel Hernández... y Serrat que lo supo interpretar, como viviendo (viviendo?) y sufriendo en carne propia.
ABRAZOS MILES, PAT, (Y EMOCIONADOS DESDE EL ALMA)...