Fiestas de Durango. Octubre de 2012. |
y en las cuevas me agarraste
y caminé cogida de tu mano.
El suelo era irregular y peligroso;
todo estaba oscuro y embarrado.
Íbamos en fila india y entre susurros,
ahogados gritos y resbalones
perdí de vista a mi grupo...
Yo confiaba plenamente en ti,
lo justo para no caer,
lo justo para seguir.
Cuando salíamos hacia la luz, me soltaste.
Me enamoré de tu mano,
de tu presión, de tu contacto.
No llegué a ver tu rostro.
Durante un tiempo te soñé entre sombras
imaginando que algún día me reconocerías.
Pero no,
eso jamás ocurrió.
Y yo desconozco si alguna vez te volví a ver.
Amores de verano,
amores adolescentes,
amores encantados, mágicos...
tantas veces desolados
pero adecuadamente olvidados.
¡Qué pequeñas son mis manos en relación con todo lo que la vida ha querido darme!
You have got a friend: James Taylor
Vaya! Que me enamoré del hombre sin rostro!! Jajaja!!
ResponderEliminarbesos,
Tantos sueños y deseos que no se cumplen! Pero es cierto que unas manos suelen ser tan atractivas como por ejemplo los ojos,por lo menos para mí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Oye Pat, tú que sabes tanto de amor, ¿porqué tu amor es siempre triste y melancólico? Tus entradas me resultan desgarradoras y percibo un tremendo dolor en ellas, un dolor que me encantaría mitigar y sabes que he puesto empeño en ello. El amor es dolor, sí, sobretodo cuando no es correspondido, pero también es luz, esperanza y vida, ¿no?
ResponderEliminarUn beso.
Que bellos los amores de verano, nostalgia tengo ahora amiga mía...
ResponderEliminarComo te entiendo.
Un post precioso...
Niña, estás insuperable.
Y la música...que delicia....
Esta cita te la robaré algún día: "¡Qué pequeñas son mis manos en relación con todo lo que la vida ha querido darme!"
Eres un encanto y me gusta tu talante!
Besotes!
Amores de verano que a veces se han quedado todas las estaciones hasta agotarse y otros que fueron efímeros y perduran...
ResponderEliminarBesos
2Ibamos en fila india"..cuanto tiempo sin escuchar esta frase...una pasada..un beso desde Murcia...
ResponderEliminarNo olvidados, pero sí adecuadamente incumplidos. El mejor amor es el que queda en el recuerdo, sin contaminarse de rutinas.Mejor que no supieras de quién era la mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
De verano, de invierno, todos son hermosos y de lo mas necesarios, personalmente no concibo una vida sin amor.
ResponderEliminarUn abrazo de un afortunado.
Quien no ha tenido alguna vez una historia así de preciosa, que preciosidad Pat.... te deseo un feliz día de San Valentín de todo corazón. Un enorme beso ;)
ResponderEliminarAh! Pues a mi me pasó hace muchos años algo parecido en una cueva.
ResponderEliminar¿No serías tu? ¿Noooo???
(Ma ha gustado. Saludos
Minimal, en ningún momento quiero despertar sentimientos tristes...Si, el amor es una maravilla! Espero poder reflejarlo en las próximas entradas!
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Remei, guapa, coge lo que quieras. A mí no me robas nada. Creo que es una frase generosa para expresar lo generosa (valga la redundancia) que puede ser la vida con nosotros, aunque hay veces que...
Besitos,
Los hay afortunados en el amor, Paco! felicidades!, sobre todo hoy en vuestro día.
ResponderEliminarLas manos dicen mucho de su dueño: su oficio, su cuidado, se esconden o se enseñan, se mueven al hablar o quedan paralizadas...Seguro que has localizado alguna vez la mano de un carpintero!
besos Ohma, seguimos viajando...
Ah, Trini! Eres poeta de verdad...vaya aparente contradicción tan interesante que planteas! Me encanta como lo expresas; algunos mueren y otros perduran siendo efímeros.
ResponderEliminarAmando, algo parecido entiendo en tu comentario: "No olvidados, pero sí adecuadamente incumplidos...."
besos a ambos. Gracias.
Carlos, también te deseo un feliz día! es curioso como una misma entrada puede producir emociones y sentimientos tan variados. Se demuestra que la realidad nunca es única ni objetiva, es lo que cada cual percibimos (ahí está nuestra intervención en su interpretación).
ResponderEliminarbesos,
Máximo, vete a saber...¿Eras tú? jajaja!!
Besos,
No lo sé. Tengo manos suaves, cuidadas y cálidas... puede ser.
ResponderEliminar!ja,ja,ja, Máximo!!! Me troncho contigo. Puede ser.
ResponderEliminarPero efectivamente, en tu nick (nick? se dice así?)
no se te ve la cara...! ¿Eras el hombre sin rostro?
Besos,
Puede ser, nuestras fotos son parecidas, el espejo retrovisor del coche. Tengo rostro, no mucho... pero tengo.
ResponderEliminarPor cierto la canción "you have got a friend", marca una época, de un par de años después de la edad supuesta de la visita a la cueva. Épocas de cambio, reunidos en garajes con bombillas aflojadas, bailes lentos y apretados con o sin poner codos, jerseys de punto de garbanzo, primeros cubatas, cigarrillos encendios en penumbra, porros incipentes, presentación en sociedad de nuestras recién descubiertas personalidades, progres, pijos, artistas,oradores... en nuestros primeros morreos... Era el futuro perfecto, hoy pasado indefinido.
ResponderEliminarBueno, Máximo, yo te diría que al revés; calculo que la visita a la cueva pudo ser, dos o tres años después de esta canción (que no soy tan mayoooor...), pero sí. También recuerdo esa época y no te creas que con especial nostalgia. "Lo de los codos" era fundamental en algún caso!
ResponderEliminarBesos,
Preciosa entrada, amiga. La imagen es la vida en si misma, en un momento de plena alegria... Me encanta todo
ResponderEliminarUn abrazo
Te has descubierto. "lo de los codos" era una técnica impartida en colegios de monja.
ResponderEliminarConclusión: ¡Fuíste las monjas!
Por otra parte ¿Por que no hay especial nostalgia de aquella época? ¿No fue bonita?
Saludos
Ah! Máximo, mira esta entrada: http://arquetiposyquimeras.blogspot.com.es/2011/11/aguas-peligrosas.html
ResponderEliminarAguas peligrosas!!
No te cuento más!!
Besos,
¡Oído mensaje! y leído el post.
ResponderEliminarBesos.
Besos, Máximo.. ¿qué pasa con tu imágen?
ResponderEliminarSiempre he soñado con un amor de verano.
ResponderEliminarDe ésos que te dejan sal en la piel cuando baja la marea.
La imagen y la cita son maravillosas, al igual que el poema, siempre tan dulce...
Un abrazo, Pat!